martes, 23 de noviembre de 2010

Metodología de un Proyecto IV. El Desarrollo.



Una vez que se ha hallado una solución que nos satisfaga tanto a nosotros como al cliente, es el momento en el que asumimos el control total de la situación, debemos desarrollar el proyecto. Es el momento de realizar adaptaciones técnicas que solamente nosotros conocemos, por lo que la opinión del cliente suele tener poco peso.
La elección de tintas, ciertas secciones de los manuales de identidad corporativa, preparación de artes finales, gestión de imprenta, técnica web, etc, son temas que para el cliente deben ser transparentes.

En esta fase se informará al cliente de los avances y, si lo pide, se le dejarán ver adelantos del trabajo, pero en ningún caso se le incitará a que tome decisiones en ciertas temáticas. El pedirle a un cliente que elija el mejor servidor para su web, o que decida que tipo de imprenta es la adecuada para su proyecto, es simplemente una osadía.

La fase anterior a la publicación final del trabajo es la “fase beta”; un prototipo previo, producto intermedio…más claro: un producto inacabado.

En el caso de un website, la fase beta es un tiempo en el cual la web no es aún accesible al público, pero que ya está para que pueda ser contrastada y comprobada. En esta fase se prueba que toda la estructura del sitio web funciona, y se corrigen posibles errores.

En el caso de un trabajo de imprenta, la fase de control es aquella comprendida entre el “OK” definitivo del cliente al diseño y los contenidos, y el inicio de la impresión. En esta fase el diseñador se desplaza a imprenta para ver que las pruebas de impresión son satisfactorias y en el caso de serlo, se procederá a la impresión definitiva.

Sergio Princep, diseñador de SC&M.

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