Nadie pone en duda que la sociedad se preocupa cada día más por el medio ambiente. Esta preocupación por el deterioro medioambiental ya no es sólo una tendencia social, sino que se está convirtiendo también en un fenómeno de marketing, en la medida que esta dando lugar a la aparición de un nuevo segmento de consumidores: los consumidores verdes.
Estos consumidores valoran el calificativo ecológico en el proceso de decisión de compra. En algunos casos dicha valoración se manifestará en pagar un mayor precio por productos percibidos como ecológicos; en otros casos se manifestará en el rechazo de aquellos productos más contaminantes; y en otros casos se en preferir el producto más ecológico en igualdad de condiciones funcionales (calidad, comodidad,…) y económicas (precio, promoción de ventas, cantidad,…).
La aparición de este nuevo consumidor preocupado no sólo por la satisfacción de sus necesidades actuales sino también por la protección del entorno natural, obliga a las empresas a adoptar una nueva forma de entender el marketing: el marketing ecológico.
Bajo la perspectiva ecológica, el marketing debe contribuir al desarrollo sostenible, es decir, debe diseñar ofertas comerciales que permitan satisfacer las necesidades presentes de los consumidores sin comprometer la capacidad de satisfacer las necesidades futuras de esta y de las próximas generaciones.
Belinda Arnau, ArCe gestión medioambiental, partner de SC&M.
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