Hasta los clientes más conocidos, cambian con el tiempo; por ende, mantener el
mismo nivel de servicio, no resulta efectivo. Además, la competencia seduce a
nuestros compradores habituales, de modo que es imprescindible fomentar la
lealtad continuamente.
Las
investigaciones y los datos nos revelan las necesidades y las actitudes de los
clientes.
Pero esto no sustituye el trato personalizado. Hay tres medidas efectivas que ayudan a mantener el contacto personal:
Cuando trate con
sus clientes, ya sea en persona o por teléfono, pregúnteles si no les
molestaría contestar algunas preguntas que lo ayudarán a entender mejor sus necesidades. Es una forma más personal de
encuestarlos, que reemplaza a los formularios por correo.
Envíe una newsletter
personalizada
a sus clientes más antiguos, y logrará que se sientan especiales. Basta con
agregar una carta dirigida a su nombre en alguna publicación de la compañía.
Cuando un cliente
se queja, los empleados tratan de hacer todo lo posible para resolver el
problema. Para que la respuesta cause mejor impresión, pídale a un superior que lo llame y también se disculpe; es una
manera de decirle que la compañía lo aprecia.
Diana Fontaez
© SC&M Sandalines Comunicación & Marketing I sandalines.com
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