lunes, 14 de marzo de 2011

La guerra de los e-mailings: las batallas se ganan antes de que empiecen.


Cuando realizamos una acción de e-mailing y damos al botón de enviar, la suerte está echada, pero si no hemos hecho bien nuestro trabajo, la campaña, casi con seguridad no cubrirá nuestra expectativas.

A continuación marcaremos varias etapas en las que se decide el éxito de un e-mailing:

Segmentación de la base de datos:
El éxito de nuestro e-mailing será directamente proporcional a la calidad de nuestra base de datos y de la segmentación previa que hayamos realizado para definirla.
Debemos tener muy en cuenta qué es lo que vamos a comunicar y a quién, después crearemos grupos por intereses y motivaciones comunes y adaptaremos el mensaje a cada uno de ellos.

Evitar que los programas de correo lo detecten como spam:
Para ello debemos tener en cuenta una serie de normas en cuanto a nivel de diseño y contenido, poniendo especial interés a las palabras incluidas en el mismo y las característica del servidor de los receptores. Es importante encontrar un equilibrio entre imágenes y texto.

Conseguir captar la atención del remitente para que lo abra:
Debemos ser lo más creativos posible, pues son muchas las acciones de este tipo que se lanzan a diario, y nuestro principal objetivo es destacar sobre ellos, aportar algo distinto, desmarcarnos.

Empujar al potencial cliente a la acción de hacer click:
Manos es más. Contando únicamente lo justo y necesario, conseguiremos crear expectación en nuestro lector, que haga click y vaya a nuestra página de destino.

Impulsar a la acción de compra:
Para ello lo más efectivo es crear una landing page o página de aterrizaje, cuyo objetivo es que el cliente encuentre únicamente aquello que le interese y no desviar su atención e intención de compra.

SC&M Comunicación y Marketing, La Agencia de Publicidad Ecológica.

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